La relación entre el Ballet
Bolshoi y la ciudad de Londres es la de una historia de amor cuyo origen se
remonta a finales del siglo XVIII. No en vano fue un empresario inglés, Michael
Maddox, quien junto con el príncipe Urusov cofundó en 1789 el teatro Petrovsky,
primer teatro de la ópera permanente en Moscú y predecesor del Teatro Bolshoi,
que abrió sus puertas el 20 de octubre de 1856, día de la coronación del Zar
Alejandro II.
El Bolshoi se convirtió en el
hogar de una de las compañías de ballet clásico más antiguas y prestigiosas del
mundo, una institución embajadora del ballet clásico ruso por todo el mundo,
sobre todo tras el nacimiento de la Unión Soviética.
A partir de la década de los 50,
las visitas del Bolshoi a Londres se convirtieron en una constante, con gran
expectación por parte de un público fiel a los espectáculos de la compañía
rusa.
En The Bolshoi, editado por La
Fábrica, el fotógrafo ruso Sasha Gusov recoge en 110 imágenes en blanco y negro
fragmentos y momentos irrepetibles de las visitas del la compañía a Londres,
tomadas entre 1993 y 2016.
Este libro muestra el corazón de
esta compañía desde la mirada de quien no solo es un experto de la fotografía,
sino sobre todo un amante y profundo conocedor de esta compañía, lo que ofrece
una perspectiva única de la esencia del ballet.
Ensayos, sesiones de maquillaje,
detalle del vestuario, retratos o imágenes robadas a los bailarines en sus
momentos de máxima concentración, justo antes de salir al escenario, componen
un cuadro que ofrece una perspectiva hasta ahora desconocida de esta gran
compañía. Sasha Gusov nos acerca a estos intérpretes, poniendo a disposición
del espectador su faceta más íntima.
Como señala el director de cine
Andrei Konchalovsky en el texto que introduce las imágenes, “las fotografías de
Gusov no son un reflejo de la vida, sino de esa irrepetible coincidencia de
circunstancias en un tiempo y un espacio que el artista ha captado con su
cámara. Mirando esas fotografías puedes imaginar el momento, cómo era e incluso
su sonido”
Así, The Bolshoi ofrece una
visión social, narrativa y estética del día a día de la compañía en la
preparación y ejecución de grandes títulos del ballet clásico como El lago de
los cines, Giselle, Don Quijote o Espartaco.
Desde su personal mirada, Gusov
es capaz de captar un instante suspendido en el tiempo, irrepetible y único. Y
es precisamente esta original e íntima manera de mirar y la capacidad de
capturar al vuelo un momento irrepetible lo que convierte una fotografía en una
obra de arte. Como afirma Konchalovsky, “en una fotografía, la personalidad del
artista se refleja no en la calidad de la imagen, sino en el modo en que tiene
de ver un momento irrepetible en la vida. El arte de la fotografía es la
capacidad de ver y recoger aquellos momentos que rodean la realidad y ofrecen
nuevas dimensiones a los diferente fenómenos”.
Sobre el autor
Sasha Gusov es un fotógrafo
especializado en el retrato y en la fotografía de música, danza y ballet
clásicos, que vive en Inglaterra desde 1989. En 1993, su proyecto fotográfico
Imágenes del ballet Bolshoi le valió el reconocimiento internacional. El
trabajo de Gusov ha sido ampliamente publicado en todo el mundo. Entre sus
libros de fotografía se incluyen 25 years in Photography, 2014; Belarus: Terra
Incognita, 2010; Royal Parks 2011; Locusts, 2008; Italian Carousel, 2003 o
Shooting Images, 2001.
No hay comentarios:
Publicar un comentario