Imagen Portada

Imagen Portada

sábado, 27 de junio de 2015

Exponer en la Real Sociedad Fotográfica





La Real Sociedad Fotográfica abre la posibilidad de realizar una exposición en la galería de la RSF durante la temporada 2015-2016 a todos aquellos autores que lo deseen y que no son miembros de la asociación. Las bases y condiciones de esta convocatoria se relacionan a continuación. 

Bases de la convocatoria y condiciones de exposición

Material a entregar

Para realizar la solicitud se entregará, cumplimentado y firmado, el formulario anexo, junto a un dossier que permita conocer la obra que se quiere exponer.
Este dossier deberá constar de:

    Imágenes del proyecto a exponer:

    Opción A: Entre 10 y 15 copias, sin montar, realizadas con la misma técnica y material en que se vaya a exponer. Estas copias no excederán el tamaño de 30 x 42cm.
    Opción B: Entre 3 y 5 copias, sin montar y un cd o pendrive, con el resto de las imágenes del proyecto.

    Texto explicativo del proyecto
    Currículo del autor
    Cualquier otro material adicional como libros, catálogos o cd’s, que permitan el mejor conocimiento del autor y su obra.

Todo el material que forme parte del dossier deberá presentarse en embalaje, caja o carpeta adecuados, que permita su correcto almacenaje durante el proceso de selección.
La RSF pondrá el máximo cuidado en la manipulación de la obra pero no se hará responsable de pérdidas o daños en que se pueda incurrir durante el proceso.

Lugar y Plazo de presentación

Plazo de Recepción          Del 25 de mayo al 3 de julio de 2015
Lugar de Entrega    Calle Tres Peces, 2
28012 ·  Madrid  · Tel: 91 539 75 79
Horario de Entrega De 18:30 a 21:00h  martes a viernes
De 11:00 a 14:00h  sábados
Se podrá entregar en mano o enviar por correo o mensajería a la dirección indicada

Comité de Selección
  
Dirigido por:  Comisaria de Exposiciones
Jurado formado por: Comisaria de Exposiciones y 2 o 3 personas con acreditada experiencia en cualquiera de los ámbitos de la fotografía.
Actuando como testigo, con voz pero sin voto y para levantar acta, estará un miembro de la Junta Directiva.

Criterios de selección

El criterio para la selección será por encima de todo la calidad del proyecto presentado, desde el punto de vista conceptual  y técnico. La trayectoria del autor se tendrá en cuenta, pero no será necesariamente determinante para su elección, pues se pretende dar también oportunidad a fotógrafos emergentes.

Se seleccionarán entre 2 y 4 trabajos,  para exponer entre 3 y 4 semanas cada uno de ellos, entre los meses de octubre y mayo (ambos inclusive).  La convocatoria podrá declararse desierta si no se reciben proyectos con la necesaria calidad.

    Se comunicará el fallo a los participantes, seleccionados o no, vía email o por teléfono  y se publicará en la web  en torno al 15 de julio de 2015.
    Una vez seleccionados los autores se acordará con ellos las fechas de la exposición teniendo en cuenta los intereses de ambas partes.
    La decisión del jurado será inapelable.

Devolución de los trabajos

    Una vez finalizado el proceso de selección, el dossier podrá recogerse en la sede de la RSF hasta el 15 de octubre  2015 (el mes de agosto la sede permanecerá cerrada).
    En caso de que el autor no resida en Madrid, el dossier podrá ser enviado a la dirección de entrega que se indique, en este caso el autor facilitará el embalaje adecuado para la devolución sin daños de la obra y se hará cargo del coste del envío.
    Pasado el período de devolución todo el material del dossier podrá ser destruido.

Condiciones de exposición

    La exposición será comisariada y coordinada por el miembro de la Junta Directiva Comisario de Exposiciones, que coordinará todo lo relacionado con la exposición y decidirá, junto con el autor, la selección final de las obras a exponer, número de ellas en función del formato y su ubicación en sala.
    El exponente podrá Exponer tendrá un precio de 400€ que incluirá: el uso de los marcos propiedad de la RSF (si se desea), cartel de la exposición,  150 flyers (según formato) y cóctel de inauguración. El exponente podrá renunciar a todo esto, en cuyo caso sólo tendrá que abonar 100€.
    Opcionalmente y con coste aparte se podrá editar un catálogo de la exposición, que el autor podrá tener a la venta durante el período de exposición.  Si el autor dispone de algún fotolibro publicado, de este u otro proyecto, igualmente podrá tenerlo a la venta durante este período.
    Todo el material de difusión y catálogo será el diseñado por la RSF, si el autor quisiera otro tendría que ser con el consentimiento de la Comisaria de Exposiciones y a cuenta del autor.
    El autor donará una obra que forme parte de la exposición, sin montar ni enmarcar, en el mismo papel y técnica expuestos y en un formato mínimo de 24x30cm, que pasará a formar parte de los fondos de la fototeca de la Real Sociedad Fotográfica. De esta obra entregará un archivo digital con la autorización para su uso en publicaciones editoriales, web o multimedia que tengan como objeto la historia de la RSF, sus fondos fotográficos y la divulgación de los mismos citando siempre el nombre del autor. En ningún caso se utilizará este archivo con otro fin sin autorización expresa del autor.
    Todos los gastos de producción de la obra a exponer, serán por cuenta del interesado.
    El montaje de la exposición será realizado por el autor con el apoyo de la Comisaria de Exposiciones o persona delegada por ella.


La presentación de portfolios implica la aceptación total de estas bases.

Para más detalles o aclaraciones sobre las condiciones de esta convocatoria enviar email a la cuenta de correo administracion@rsf.es.

jueves, 11 de junio de 2015

ZONIANS, EL NUEVO FOTOLIBRO DE MATÍAS COSTA


La Fábrica edita Zonians, un volumen que recoge el último trabajo fotográfico de Matías Costa. Durante casi cien años, miles de estadounidenses vivieron desahogadamente en tranquilas comunidades tropicales a orillas del Canal de Panamá. Conocidos como Zonians, se encargaban del mantenimiento de una de las mayores obras de ingeniería del mundo, hasta su devolución a Panamá en 1999.  Desde entonces, cuando su tierra dejó de ser territorio norteamericano y fueron despojados de sus privilegios, se reúnen anualmente en Florida para evocar su paraíso perdido, conscientes de que cuando ellos desaparezcan su comunidad se habrá extinguido para siempre. Matías Costa vuelve con esta serie a interesarse por el territorio, la identidad y la memoria, temas recurrentes en su obra fotográfica.

Una cuidada edición y encuadernación - en formato apaisado- de 96 páginas y más de 60 fotografías con las que Costa asume una investigación casi antropológica sobre esta comunidad. Estas imágenes en color, tomadas entre 2011 y 2013 en Orlando y en el Canal de Panamá - de unas diez millas de extensión-  abordan el sentimiento de nostalgia y de encontrarse en tierra de nadie, entre dos nacionalidades -la panameña y la estadounidense- de los veteranos y jóvenes pobladores, así como la alteración del paisaje por la mano humana en el que hoy conviven construcciones decadentes de colorida belleza y resquicios de la antigua selva tropical.

El fotolibro se cierra con un cuadernillo en blanco y negro anexo que recoge fotografías y documentos de época pertenecientes a los primeros Zonians, y que inmortaliza su día a día durante su siglo de existencia colonial en un territorio construido a medida, una burbuja autosuficiente. Matías Costa  presentará el libro hoy jueves 11 de junio a las 21.00 horas dentro de la Photobook Week en La Fábrica (c/ Alameda, 9) junto a Álvaro Matías, director general de La Fábrica, y Alberto Salván, diseñador del libro.

Además, La Fábrica publicará una edición especial limitada de Zonians de 25 copias acompañadas de una foto inédita de Costa firmada y numerada. Su coste será de 90 euros.

Zonians en PHotoEspaña 2015
La exposición homónima forma parte del programa expositivo de PHotoEspaña 2015 por partida doble. Por un lado, la Freijo Gallery de Madrid expone Zonians hasta el 23 de julio dentro de la programación del Festival Off. Por otro lado, del 2 de septiembre hasta el 24 de octubre la exposición viajará al Museo de Arte Contemporáneo de Panamá que se convierte de este modo en sede invitada de PHotoEspaña 2015.





Matías Costa

En el trabajo de Matías Costa (Buenos Aires, 1973) abundan las referencias a la memoria, la ausencia, el desarraigo, la identidad y la fragilidad. En 2005 fundó, junto a otros 13 artistas, el colectivo de fotografía contemporánea NOPHOTO, que recibe en 2006 los premios ARCO y Revelación PHotoEspaña. Ha impartido talleres, cursos y conferencias en la Universidad de Cantabria, La Casa Encendida de Madrid, la Escuela Superior de Arte y Diseño de Valencia y el Instituto de Estudios Fotográficos de Cataluña, entre otras instituciones. Su obra ha sido expuesta de forma individual en PHotoEspaña, Visa Pour L´Image, Krea en Vitoria, el Instituto Cervantes de Milán, el Museo de Historia de Valencia, la Foto Bienal de Moscú y los festivales Fotonoviembre, Images de Vevey, La Fábrica Galería, Festival Guatephoto o Bhau Daji Lad Museum de Bombay.

Costa ha recibido premios y becas como el World Press Photo (2001 y 2003), Euro Fuji Press, la Beca de arte Caja Madrid (2010) y la mención de honor en el premio PHotoEspaña Ojo de Pez de Valores Humanos 2008, o el Primer premio Alliance Française / Fundación Pilar Citoler de fotografía (2015)  entre otros muchos. Sus fotografías están recogidas en publicaciones como El país de los niños perdidos (La Fábrica, 1999), El largo viaje (La Fábrica, 1998), Eclats d´Enfance (Editions du Collectionneur, 2000), 6 visiones fotográficas sobre inmigración (Comunidad de Madrid, 2007), Muta Matadero (NOPHOTO, 2007), 5 miradas europeas (Instituto Cervantes, 2007) o PHotoBolsillo (La Fábrica, 2014).

 


martes, 9 de junio de 2015

FALLECE FERNANDO GORDILLO



La muerte siempre nos sorprende y nos conmociona sobre todo cuando no es esperada. Hace apenas unos días que había visto a Fernando Gordillo en la inauguración del Festival de PhotoEspaña. Esta vez no había charlado con él, la aglomeración de gente, las prisas por conseguir la fotografía que habremos de publicar, el ajetreo de este tipo de jornadas hacen que a veces no podamos disfrutar de unos momentos de tranquilidad para hablar con todos aquellos que querríamos. Sí nos habíamos saludado y saber que ese sería el último saludo me produce una terrible sensación en la boca del estómago. Fernando Gordillo era una persona amable, siempre dispuesto a conversar y a contar anécdotas, pero además era uno de los grandes fotógrafos españoles, por eso duele que únicamente el diario  El Pais se haya hecho eco de su muerte.  Le echaremos de menos.    
    
A continuación reproducimos el texto de EL PAIS

Los fotógrafos trabajan con energía para no morir para siempre. Pero un día les llega la hora, como hoy a Fernando Gordillo (Madrid 1933) que falleció el viernes 5 de junio. Un fotógrafo de la Escuela de Madrid, un profesional de la fotografía que convivió entre los amateurs de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid (RSFM). Fernando fue uno de esos grandes fotógrafos españoles de la década de los sesenta que parece que han tenido que hacerse a un lado para poder dejar el lugar a otros. Pero hoy es el día que tenemos que reivindicar su importancia, no sólo como fotógrafo, sino como cuidador de la malbaratada fotografía española durante el franquismo. Fue director de la revista Cuadernos de Fotografía (1972 ? 1974) una circunstancia que le supuso recelos y envidias por parte de algunos fotógrafos que se sintieron excluidos del proyecto. Hace un par de años, recuperándose de una gravísima enfermedad y recapitulando los momentos más importantes de su trayectoria, recordaba con dolor las horas y el dinero gastado en aquella revista que pocas veces sale a colación y que fue un oasis para la buena fotografía. Él se quejaba de que aquel estigma, el haber sido emprendedor, el haber buscado la excelencia entre sus contemporáneos, le hubiera restado ascendente en la genealogía de los fotógrafos de la Escuela de Madrid. Sin embargo, cuando contemplamos en su conjunto el trabajo de aquel grupo en el que se cuentan los más grandes fotógrafos del periodo, la obra de Gordillo está a la altura y tiene la profundidad, la calidad, la ternura y el dramatismo de la de otros fotógrafos más conocidos como Gabriel Cualladó o Gerardo Vielba. Sentía un gran aprecio y respeto por todos aquellos camaradas y fue fiel amigo de sus amigos, a los que observaba y analizaba en lo humano y en lo fotográfico.

Fernando Gordillo fue fotógrafo de prensa para el diario Arriba durante los años sesenta y fue freelance en los setenta. Pero sentía la fotografía desde dentro, como un poeta. Para dejar salir esa inquietud artística más allá de los trabajos de encargo, llevaba a cabo proyectos temáticos ligados a un territorio concreto. De vez en cuando, un encuentro fortuito, una sorpresa en la calle, una ráfaga de poesía en el entorno familiar, le podían regalar una ?foto suelta?, como él llamaba a aquellas fotografías que no podía incrustar en ningún reportaje.

Después de toda una vida dedicada a la fotografía, resumió brevemente su universo en media docena de reportajes, en coherencia a la obsesión perfeccionista y selectiva que caracterizaba a aquella generación. Pero a Fernando Gordillo se le conoce sobretodo por la serie Pedro Bernardo, un pueblo de Ávila del que se había quedado prendado por su autenticidad durante una excursión fotográfica de la RSFM en 1958 y que continuó visitando hasta 1974, para completar lo que él llamaba un ?reportaje sin acción?. Gordillo tenía sus propias teorías sobre la fotografía, algunas aprendidas de W. Eugenne Smith, al que tanto admiraba. Poco a poco y de manera sistemática, fue cubriendo todos los acontecimientos de la vida de aquel pueblo español detenido en el tiempo, desde los nacimientos a las muertes. Todas las edades y oficios. Cada fotografía venía a ocupar un lugar único y nunca las entendió como piezas separadas del reportaje. Pero para los que contemplamos hoy su trabajo, sus mejores fotografías tienden a elevarse únicas, como iconos fuera del espacio y del tiempo. Son imágenes perfectamente construidas, con una luz cuidada, que responden a los cánones de la fotografía clásica, como aquellas fotos de los pioneros que situaban su trípode y esperaban a que la escena se compusiera en un encuadre ideal. Aunque Gordillo afirmaba que nunca había recurrido a un truco o a un montaje. Insistía en que él perseguía la frescura de la realidad, y para ello respetaba escrupulosamente el libre flujo de la corriente de acontecimientos en los que él no intervenía jamás. Esperaba pacientemente la ocasión de disparar escuchando a su intuición. Así, el icono que le representa, aquella fotografía en la que una mujer asomada a un balcón posa con una jarra en la mano, no se produjo hasta después de varias excursiones. Aquel día, y solamente aquel día, salió ella a regar sus plantas para completar aquel cuadro que Giotto habría calculado igual en su simetría y su perspectiva imposible. En aquella mirada había un saludo que el fotógrafo supo captar muy bien: por fin me has encontrado. En su estudio, lleno de cajoneras repletas de fotos ? la familia de Gordillo tiene una de las mejores colecciones de España- guardaba cerca de quinientas fotos de Pedro Bernardo, de las cuales consideraba importantes alrededor de 100. Dicho esto, nos preguntamos, ¿cuánto tardaremos en ver ese libro publicado?

El Fotobolsillo que le dedicó la editorial La Fábrica en 1999, viene introducido por un precioso texto que me enseñó a entender a este autor en lo humano y en lo fotográfico. Su autora, Concha Escudero, se manejaba con soltura en la teoría de la fotografía, pero era totalmente desconocida en la literatura sobre el medio. Me sorprendió la hondura de su análisis y aquel final tan poderoso que nos dejaba con ganas de escudriñar en las fotografías: ?? el imperativo de su constante fuerza, ligada a la voluntad, poderosa energía impresa en la naturaleza más íntima de cada individuo, el deseo tremendo de hacer, de no desaparecer del todo, de fotografiar para no morir siempre.? Después su hija Almudena me dijo que ?Concha? era ella misma. Ahora pues, Almudena, te ha tocado seguir manteniendo viva la memoria de ese trabajo maravilloso para que Fernando no desaparezca del todo.

Velatorio en Pedro Bernardo © Fernando Gordillo